No madrugar ya era importante, no tener que sacar lombrices, no utilizar señuelos inertes con trípodes,..., imitar lo que las truchas comían a base de plumas y pieles...
Pero otro aspecto, tan importante o más que la pura acción de pesca, es compartir esta bendita afición con otros "locos" como yo por la mosca.
Y en esta ocasión en muy buena compañía, la cuadrilla del "demoñio rojo", a través de un almuerzo-comida organizado por Oskikar en su casa de Cascante.
Hasta disimularon su interés por alguna mosca que montamos sobre la marcha...., sobre todo Torreta, que las escanea sin dejar un detalle... jejejeje
Una agradable jornada de "pesca" entre amigos mientras esperamos la desveda con la ilusión intacta.
Gracias por todo, un abrazo!!!!
FERMIN