miércoles, 18 de febrero de 2009

LA IMPORTANCIA DE LOS TRIGGERS


“Trigger”, palabra anglosajona que significa "disparador", "estímulo de respuesta".

Como supongo os ha ocurrido a todos vosotros, muchas veces he reflexionado sentado en la orilla del río qué es lo que puede hacer que una trucha rechace o tome confiada nuestras moscas artificiales. Y he llegado a la conclusión que es un tema de "triggers", de estímulos, en mayor o menor medida, con mayor o menor importancia,..., pero triggers al fin y al cabo:

1) Tamaño de la mosca: fundamental, sobre todo en presencia de una eclosión importante donde se intensifica la selectividad en función de la oferta y semejanza entre los insectos disponibles. Y digo más, en mi experiencia, el éxito con determinadas truchas que acaban de rechazar una imitación radica en disminuir el tamaño de la misma, sin necesidad de modificar otras características, aún cuando el rechazo haya incrementado el estado de alerta de la trucha y aumentado su desconfianza.


Y no nos engañemos, cada vez las eclosiones son más escasas y las moscas más pequeñas, ¿o no? ; no tenéis más que fijaros en las imitaciones que hacíamos de la rhodani de hace 10 años y las de ahora, que han pasado de un 16 a un 18 o 20. Por tanto, creo que en la pesca a mosca, “el tamaño importa”.


2) Silueta: si creemos en las teorías del cono de visión de las truchas, la silueta, y sobre todo las alas, es el primer estímulo que éstas perciben de las moscas, quizás el único y necesario para acometer el ataque a la misma en determinadas circunstancias (corrientes fuertes, pescando al agua,...).


Sinceramente, pienso que a nuestras moscas le sobran mayoritariamente “alas y patas” (hackles demasiado poblados...), siendo los montajes comparadun o parachute los que mejor desempeñen esta función, tanto por la imitación de la silueta de las alas como por los escasos apoyos de las patas que distorsionan la película del agua venciendo la tensión superficial de la misma.


3) Color/trasparencia/brillo: el cuerpo de nuestras imitaciones nada tiene que ver en muchas ocasiones con la sutileza, transparencia, brillo, luminosidad,.., del cuerpo de las efémeras naturales.


En este sentido creo que el hecho de utilizar materiales como sedas o rayones pueden aportar mucha calidad a nuestras moscas, ya que permiten estilizar los cuerpos, poseen cierto brillo y también transparencia contra la luz solar (sobre todo en colores claros).


Desde que utilizo mayoritariamente estos materiales en el diseño de los cuerpos de mis moscas, la experiencia ha sido muy positiva al respecto.

4) Estado: todos somos conscientes que la selectividad en determinados momentos pasa por imitar el estado del insecto natural, ya sea en emergencia, adulto o spent.


He llegado a presenciar truchas que sólo tomaban moscas “defectuosas” (nada más comenzar la emergencia, con las alas atrapadas o asimétricas, con la exuvia sin desprender,...), en movimiento, o en otra situaciones peculiares y casi inimitables por los montadores, con la desesperación que esos momentos pueden comportar. Aquí es donde la imaginación del pescador/montador puede marcar el éxito o fracaso de una jornada piscícola.



5) Características de la eclosión o de determinados insectos: no hay nada más desconcertante que las eclosiones complejas (diferentes especies), o incluso las masivas, donde nuestra mosca artificial no encaja demasiado bien, ya sea por no ajustarse a la eclosión predominante o por la oferta tan extensa en el menú de la pintona. Otro caso peculiar lo constituyen insectos como las hormigas, quizás tan dulces que vuelven locas a las truchas cuando descienden por el cauce.


6) Presentación: a nadie se le escapa que una trucha, salvo contadas excepciones, no tomará una mosca artificial mal presentada; de igual manera, un modelo bien presentado puede ser eficaz aunque no se ajuste fielmente a la mosca natural que eclosiona en un momento puntual. Lo mismo podría aplicarse al bajo de línea, quizás no tanto por su finura/invisibilidad, sino por la libertad de la que dota un terminal fino a la hora de navegar a la mosca artificial (dragado).

7) Elementos atractivos y novedosos: transgresiones a los conceptos clásicos como lo fueron en su día la utilización de las bolas doradas (estaréis conmigo que han perdido mucha de su eficacia inicial), la imitación de exuvias, cintas brillantes, epoxy, PLA,..., tuvieron su premio entre los montadores imaginativos de las diferentes épocas, que deben seguir innovando para no perder efectividad en sus modelos.



8) Condiciones del cauce: de lógica es pensar que el tiempo del que la trucha dispone para observar todas y cada una de las características de nuestro engaño en las tabladas lentas leonesas, no es el mismo del que dispone en las torrenteras de los ríos pirenaicos.


9) Etc, etc, etc...

En resumen, cuando hablamos de “selectividad”, deberíamos considerar simplemente la necesidad de aportar la acción de pesca un mayor número de triggers para desencadenar el ataque por parte de la trucha, a la que, bajo mi humilde punto de vista, se le dota de más inteligencia que la que le correspondería por el tamaño de su cerebro (al que se le atribuye capacidad de diferenciar incluso numeraciones y referencias de Gütermann, jeje). En un cauce lento, con un día soleado, en un tramo de río castigado por la presión de pesca,..., necesitaremos tamaño, color, transparencia, silueta, presentación,..., ¡y algo de ayuda divina!. Si nos decantamos por pescar aguas bravas, en días nublados/lluviosos, tramos de difícil acceso,..., las moscas de conjunto pueden ser adecuadas y suficientes.

Pues eso, ¡a “triggear” lo mejor posible en esta temporada que se nos avecina!.

Un saludo!

FERMIN

3 comentarios:

Txema Arraiza dijo...

Pues yo que creia que cuando estabas "reflexionando" sentado a la orilla del rio era que estabas pensando en el bokata de paté que te ibas a "jalar"..., veo que no
Ahora en serio. Este tema lo hemos hablado muchas veces y lo has dejado muy claro, aunque ya sabes que no soy muy gutermaniaco pero no dejo de reconocer que pescan y que las moscas quedan " bastante monas"

Gaizka dijo...

Muy buen articulo Fermín. Destripando los engranajes que llevan a alimentarse a una trucha.
Siempre he pensado que estos son muy variables, instintivos, y que cuando el pescador echa mano de sus recursos, a veces coincide con el momento en el que más disfruta.
Esa trucha terca que por su posición y actitud se empecina en negar nuestros ardides es la que su recuerdo redunda en nuestra memoria.
Bonito articulo sin duda.
Un abrazo.

Oskikar. dijo...

Y yo que pensaba que los "tigres", eran unos gatos grandotes con unas rayas por todo su cuerpo.¡¡¡¡

Fermín, aguanta campeón, deja de darle al tarro,que llegue la desveda ya mismo¡¡ necesitas salir al rio y explayarte.......ánimo qe solo quedan 20 días y bajando.....19...18...

Gran articulo, compañero....100% veridico.